JOSE LORENZO FEDERICO PONCE ORTEGA

Fue el hijo mayor de Andres Ponce Ramirez y Maria Carmen Ortega Corona, quienes al igual procrearon seis hijas mujeres, y tres hijos varones. Vivió su infancia en el ejido Francisco Villa, municipio de San Fernando Tamaulipas, Mexico.
Desde una edad temprana, se dedicó a trabajar para construir un hogar, sembrando parcelas al lado de su padre, ayudando y apoyando a su familia. A la edad de 19 años, se trasladó a la ciudad de Matamoros Tamaulipas, Mexico donde laboro en una empresa internacional VMC, por 25 años y desempeñó una posición de gran importancia. Al mismo tiempo conoció al amor de su vida, Maria Dolores Sanchez Davila y compartieron 5 años de noviazgo y compromiso. Se casaron él a los 25 años de edad y ella a los 24, el 6 de Noviembre de 1977 en la misma ciudad donde se conocieron. Juntos trabajaron fuertemente para construir su primer hogar, en la privada Uniones, zona Industrial.
Un año después, formaron una familia con el nacimiento de su primer hijo. Juntos procrearon una hija mujer: Brenda Anthony, y dos hijos varones Jose Alberto Ponce Sanchez, y Edgar Eduardo Ponce Sanchez. Dentro de su descendencia, tuvo la bendición de tener 2 nietas mujeres y 6 nietos varones.Dios les concedió una vida de amor por 52 años, luchando contra obstáculos y honrando la promesa que ambos hicieron, por medio del santo sacramento de matrimonio, ante Dios y la iglesia.
En el año 2000, mi padre trasladó a nuestra familia a los Estados Unidos, con el deseo de proporcionarles una vida con más oportunidades. En el año 2002, mi padre trabajó para la empresa Marek Brothers por 15 años, donde recibió reconocimiento por su valiosa dedicación, desempeño y responsabilidad en su puesto. Quienes lo conocieron bien, familia, amigos y compañeros de trabajo, saben y acreditan su carácter como un hombre muy trabajador, honesto, respetable, noble, humilde, confiable, sociable, alegre, gran amigo, esposo fiel, padre leal, y abuelo amoroso hasta el final.
Es con gran tristeza que despedimos a mi padre. Al mismo tiempo agradecemos a Dios por los años de vida y todas las bendiciones que mi querido padre recibió. Por tenerlo en su gloria, descansando en paz al lado de sus padres, y otros seres queridos que ya no están presentes. Y por todas las memorias, ejemplos dignos, consejos y enseñanzas que nos dejó. Gracias papá por todo tu amor, esfuerzo, sacrificio y dedicación con tu familia y seres queridos. Siempre vivirás en nuestros corazones y mente. Es el deseo y oración de nuestra familia, que Dios nos conceda volver a vernos y estar reunidos de nuevo, para siempre en la venida de su hijo Cristo Jesus, Amen.