La paz interior es el mayor de los éxitos, y se conquista cada día.
Nadia Maurer
Todo el tiempo recibimos información, a través de los noticieros, acerca de niños o niñas que fueron agredidos en alguna parte del mundo, ya sea en la escuela, en sus casas o en las mismas calles. Otros sufren la explotación laboral por necesidad económica, a causa de la guerra, el desplazamiento o viven en campos de refugiados. Todas estas situaciones comprometen sus vidas en forma permanente, por lo que es imperativo dar prioridad al bienestar de la infancia y construir espacios pacíficos para su desarrollo.
Los niños y niñas sometidos sin su voluntad a estas dramáticas circunstancias viven en duelo todos los días. Las consecuencias de una infancia en situaciones de este tipo, puede convertirlos en personas agresivas. Observar la salud mental y física de la infancia es prioritario, porque puede gestarse una enfermedad o la posibilidad de un trastorno que atentaría contra su vida o la de sus semejantes, pues se pierden los motivos positivos para vivir y surge un impulso de destrucción del entorno.
Existen personas que vivieron infancias en total adversidad y lograron salir de la posición de víctimas con enormes esfuerzos. Han compartido sus historias para desarrollar empatía y comprensión con los demás, decidieron sanar en lo físico y mental, han elegido el activismo y el servicio, es decir, ayudar a otros a sanar el duelo e incluso afirman que ese sufrimiento los hizo más fuertes.
Es necesario fomentar la compasión por la infancia y la aceptación de las diferencias de todo tipo, debido a que el infortunio está siempre presente y nadie puede decir que estará exento de sufrir pérdidas, un colapso en la vida o estar expuesto a la violencia en cualquiera de sus formas. Para ello te sugerimos las siguientes #herramientas de información:
- Escucha con atención cuando un niño o una niña te diga que sufre acoso escolar, bullying o cyberbullying. Este último ocurre comúnmente a través de las redes sociales. Te aseguramos que no mienten al respecto, y su carácter no se fortalecerá por vivir esa experiencia, por el contrario, cada vez se debilitará más hasta sufrir una profunda depresión que podría traer consecuencias terribles.
- Te compartimos el estremecedor relato de Sue Klebold, madre de uno de los chicos que participó en los ataques a la secundaria Columbine en 1999, su testimonio nos recuerda que no siempre las señales de alarma son evidentes.
- Considera hacer terapia psicológica con una persona experta de tu preferencia. Tú y tus hijos o hijas aprenderán mucho de sí mismos y sus preocupaciones durante ese proceso. Sobre todo, en aquellos casos de chicas o chicos solitarios, con dificultades para socializar según las convenciones o son excluidos, señalados por sus aficiones, preferencias o cualquier característica de su personalidad.
- Acércate de manera respetuosa y no invasiva a las redes sociales que frecuentan tus hijos e hijas, lo mismo que los videojuegos que eligen y las personas con las que se comunican. Escucha sin juzgar, apoya desde el amor, así facilitarás la comunicación y conocerás más sobre sus ideas y aficiones.
- La neurocientífica Frances Jensen, autora de El cerebro adolescente (2016), escribe a partir de su experiencia como madre de dos hijos. Su libro es una guía para conocer el desarrollo hasta llegar a la madurez. Es una forma de comprender que existe un largo camino para llegar a la autonomía adulta, como lo explica en esta breve entrevista.
- Conoce la historia de Edith Eger, autora de La Bailarina de Auschwitz (2018), quien vivió en aquel campo de concentración a los 16 años, y hoy es una mujer longeva que ha dedicado su vida a la sanación del duelo como Psicóloga y nos ofrece sus enseñanzas a través de este enlace.
En Del Pueblo Funeral Home creemos que los niños y niñas siempre necesitan personas adultas en quien confiar y que sean su apoyo. Deben sentirse aceptados y amados, aún en los momentos difíciles requieren autoconfianza para superar cualquier crisis, para saber que encontrarán paz en medio del caos, y esta forma de aprendizaje se hace necesario en los tiempos que vivimos. Así, te recordamos que hacemos fáciles los momentos más difíciles.