Fumar es un placer
Sara Montiel
Genial, sensual
Fumando espero
Al hombre a quien yo quiero.
Los europeos descubrieron el tabaco en sus viajes de exploración a lo que llamaron el Nuevo Mundo. Desde tiempos remotos, se cultivaba en las Antillas, en Los Andes y en Norteamérica dónde se usaba en ceremonias religiosas, celebración de ceremonias maritales, de nacimientos o como señal de cierre de acuerdos, todos conocen la expresión «fumar la pipa de la paz». Los europeos se fascinaron con el sabor que esta planta despedía al quemarla e inhalarla por la boca, así que pronto adquirieron el hábito de fumar cigarros, es decir, rollos de tabaco deshidratado, también llamados puros, habanos, o tabaco en pipas y promovieron extensos cultivos de esta planta en las Américas para comercializarlo.
Al tabaco se le atribuyeron propiedades terapéuticas y relajantes. En Europa comenzaron a fumarlo envuelto en papel, así se creó el cigarrillo y para el siglo XIX se inventaron máquinas para producirlos en serie. En 1925 nació el primer filtro para cigarrillo con el propósito de reducir el humo durante la combustión. Fue a mediados del siglo XX que se asoció el consumo de tabaco al desarrollo del cáncer.
En los Estados Unidos, hubo un tiempo en que los anunciantes presentaban a personalidades del mundo del espectáculo o los deportes promoviendo el hábito de fumar cigarrillos. Las empresas tabacaleras se volvieron muy poderosas por el nivel de adicción que provoca la nicotina, una sustancia que contiene el tabaco. A mediados del siglo pasado, estas empresas patrocinaron varias series de televisión como I love Lucy, uno de los programas con mayor audiencia en la historia de los medios de comunicación.
También fueron patrocinadores de los famosos noticieros de Douglas Edwards, Walter Cronkite o David Susskind, este último fumaba innumerables cigarrilos durante las presentaciones y entrevistas. Las tabacaleras llegaron a patrocinar campañas políticas o el automovilismo, incluso, algunas ofrecían cupones que al reunir una cierta cantidad se podían intercambiar por regalos para los fumadores constantes.
Una de las campañas publicitarias más recordada en todo el mundo es el Hombre Marlboro, creado por el sobresaliente publicista Leo Burnett durante las décadas 60 a 90, con la inolvidable música ambiental de Henri Mancini. Aquellas campañas mostraban a carismáticos actores como Wayne McLaren, David McLean y Robert Norris que representaban vaqueros fumadores, domadores de caballos salvajes que cruzaban las llanuras. Cabe destacar que las ventas de aquella marca de cigarrillos aumentaron en forma considerable. Ya entonces aparecían sutiles advertencias sobre las consecuencias para la salud que causa el hábito de fumar.
Hacía 1990, el actor Wayne McLaren tuvo una larga agonía por de cáncer de pulmón, según decía, a causa de su adicción al tabaco provocada durante su trabajo en los anuncios de cigarrillos y emprendió una campaña en contra de la empresa tabacalera por haberlo enfermado, sin advertirle las consecuencias fatales del uso de su producto. Le pasó lo mismo a David McLean cuya adicción al tabaco comenzó a los 12 años y se le diagnosticó enfisema pulmonar en los años 80. Después de su muerte, su familia acusó a la empresa de obligarle a consumir hasta cinco paquetes de cigarrillos durante las sesiones fotográficas. Sin embargo, otros actores que participaron en aquella campaña de publicidad permanecieron con razonable salud, como Robert Norris que vivió 90 años y falleció en 2019.
Hoy en día se sabe que el 16% de la población mundial es adicta al cigarrillo; un objeto que está muy lejos de ser solo tabaco envuelto en papel, pues se trata de una mezcla de componentes químicos. Se estima que cuenta con 50% de tabaco, 30% por tabaco reconstituido y 20% por tabaco expandido por bióxido de carbono. Además de una lista de aditivos para potenciar su sabor, preservar su humedad que no se encuentran visibles en las advertencias al consumidor y pudieran ser arsénico, benceno, berilio, cadmio y el alquitrán, este último se produce cuando se quema el tabaco y se adhiere a los pulmones. Todas estas sustancias son tóxicas y causantes directos de distintos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Hoy se sabe que el tabaco cobra la vida de ocho millones de personas cada año y de esas un millón de muertes ocurre en las Américas. Por lo cual, desde 1987 la oms ha declarado el 31 de mayo, Día mundial sin tabaco, con ello se pretende recordar a la población mundial acerca de los peligros que supone su uso. Este año 2022, la celebración se enfoca en las consecuencias ambientales por el consumo de cigarrillos. Millones de árboles se cortan para fabricar el papel que los envuelve, el uso de otros recursos para los filtros que contienen plásticos realizados con materiales no biodegradables más el deshecho de millones de colillas o restos de cigarrillos a diario en todo el mundo. Para conocer más acerca de este evento visita: https://www.who.int/es/campaigns/world-no-tobacco-day
Al ser el único producto legal que puede causar la muerte a aquellos que lo usan, cuesta a los gobiernos aplicar medidas de salud pública ya que la industria tabacalera es poderosa y tiene gran influencia en la sociedad. La mayoría de las personas que fuman prueban su primer cigarrillo antes de la edad adulta. La publicidad del tabaco muestra a personas famosas que representan modelos a imitar o que aparecen en películas o redes sociales y alientan a fumar. Por otra parte, la exhibición del tabaco en tiendas o puntos de venta genera la impresión de que es un producto socialmente aceptable como cualquier otro. La industria del tabaco es persuasiva y la promoción de este producto crea la adicción.
Desde principios del siglo XXI en las Américas se ha prohibido la publicidad de las empresas tabacaleras en medios de comunicación, además los gobiernos han aplicado impuestos al consumo de cigarrillos, eso incrementa el precio del tabaco y constituye una medida eficaz para disminuir su consumo y alentar al abandono de ese hábito. Los gobiernos se ven beneficiados porque les permite aumentar sus ingresos fiscales y estos a su vez se pueden utilizar en programas de salud.
A la prohibición de la publicidad, se añadió la difusión pictogramas e imágenes que cubre un 50% de las superficies de los paquetes de cigarrillos con el fin de advertir las graves consecuencias de salud con el consumo elevado. Se pretende evitar que la juventud se inicie en este hábito y las imágenes transmiten mensajes contundentes a toda la población incluso la no alfabetizada. Por otra parte, prohibir los cigarrillos a menores de edad transmite el mensaje de que fumar es un comportamiento de adultos y se hace más atractivo a los jóvenes. La prohibición total en puntos de venta podría reducir el consumo global de tabaco.
Como un agravante a la situación, el consumo creciente de los llamados vapeadores que al no exhalar vapor sino humo, se refuerza la creencia errónea sobre que son «más sanos» que los cigarrillos y se ha generado una nueva masa de consumidores de nicotina, con los mismos efectos adversos que los cigarrillos.
En 2008 la oms publicó el paquete técnico llamado MPOWER por sus siglas en inglés, consta de seis intervenciones y cada una refleja una disposición para vencer el consumo del tabaco que debieran seguir los gobiernos.
M (Monitor) Monitorear el consumo de tabaco y la aplicación de políticas de prevención.
P (Protect) proteger a las personas del humo de tabaco ajeno.
O (Offer) Ofrecer ayuda para dejar el consumo de tabaco
W (Warn) Advertir sobre los peligros del tabaco
E (Enforce) Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
R (Raise) Aumentar los impuestos sobre el tabaco.
Entre las personas que fuman hay tres de cada cuatro afirman que quieren dejar de fumar. Para muchas es posible hacerlo por su propia cuenta. La difusión de la información, las terapias de sustitución de nicotina, el acceso a medicamentos gratuitos de bajo costo para disminuir la adicción, así como la asesoría de especialistas en salud mental para conocer el origen del hábito, son medidas auxiliares para abandonar la adicción que se deben aplicar en todos los países.
Se ha comprobado que la exposición al humo del tabaco ajeno contiene factores de riesgo para los cuales no existe ningún nivel seguro de resguardo para las personas que no fuman. Las enfermedades que provoca son infarto al miocardio, diversos tipos de cáncer y enfermedades pulmonares mortales, por lo cual se han legalizado los ambientes libres de humo de tabaco, en los lugares comunes y públicos de muchos países. Se ha afirmado que la única manera de proteger es proporcionar ambientes 100% libres de humo de tabaco.
En Del Pueblo Funeral Home, creemos que dejar un hábito de consecuencias negativas para la salud contribuye a mejorar el medio ambiente y en consecuencia la calidad de vida de nuestros seres queridos, es positivo en muchos aspectos, sin embargo, también creemos que el balance entre el placer y disciplina, representan formas de vivir y disfrutar durante nuestro efímero paso por este mundo. Nos gusta informar y dejar el libre albedrío de las decisiones personales de quienes leen estos artículos, por eso te recordamos que estamos hacemos fáciles los momentos más difíciles.