No es noche esta de ahogarse:
Sylvia Plath
luna llena, reacio
río bajo luz suave.
Con la llegada del cálido verano, las actividades recreativas en piscinas, playas, paseos a los lagos y ríos accesibles para nadar se hacen convenientes. Es también el momento de tomar acciones de prevención para evitar el ahogamiento, que es más común de lo que nos imaginamos pues está considerado entre las 10 principales causas de muerte entre niños y jóvenes de 1 a 24 años, pero es un riesgo que corre toda la humanidad.
Por ello, desde el año 2021 se ha promovido el evento del Día de la Prevención del Ahogamiento, #DrowningPreventionDay, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas cada 25 de julio, aunque debería estar señalado en el calendario de todo el año. Se calcula que cada año mueren por esta causa más de 200 mil personas en todo el mundo. El ahogamiento se define como el proceso de sufrir dificultades respiratorias por inmersión en un líquido.
Las consecuencias trágicas y profundas de esta causa de muerte se multiplican hasta un 90% en los países de ingresos bajo y mediano. Es por ello que las acciones de prevención son fundamentales, por lo que se recomienda instalar barreras para controlar el accedo de masas de agua en las poblaciones, intensificar los reglamentos de navegación recreativa o de labores de pesca, mejorar la gestión de riesgo de inundaciones. Esto se hace más frecuente debido al cambio climático y las tormentas cada vez son más intensas en algunas regiones ocasionando graves accidentes y un incremento de los fallecimientos.
Durante los periodos vacacionales, la población infantil se encuentra en mayor riesgo y es necesario incrementar las medidas de supervisión por parte de los adultos. Se sabe que solo 6 cm de agua son suficientes para cubrir la cara de un bebé y evitar su respiración. La Cruz Roja Internacional propone la regla 10/20, esto es mirar al niño cada 10 segundos y ser capaces de alcanzarlo en menos de 20 segundos. En cualquier ambiente, pero de manera especial observar a los infantes en piscinas o bañeras. En los menores de cinco años siempre se debe tener acceso a ellos con solo estirar el brazo. Menos de un minuto es suficiente para tener un accidente grave.
La supervisión no puede quedar en manos de un hermano mayor o de otro niño. En los centros vacacionales, los salvavidas o policías no pueden actuar como niñeras. Ningún flotador, juguete infantil de plástico o inflable protege del ahogamiento, estos son sistemas de flotación no de seguridad. Los chalecos con la talla adecuada parecen ser los más apropiados porque dejan libres brazos y piernas para moverse.
Al ahogamiento se le ha llamado “la muerte silenciosa” porque ocurre en entornos donde hay gente, pero nadie se entera. Los indicios se detectan cuando la cabeza permanece debajo del agua y la persona mantiene la boca abierta porque intenta respirar a nivel de la superficie.
Hay una relación entre las clases de natación y la disminución de ahogamientos. Los niños desde edades tempranas pueden acceder a esta formación acreditada en diversas escuelas públicas o privadas que ofrecen educación en la prevención de accidentes. Es necesario conocer más sobre los riesgos y evitar una tragedia. Juntos podemos prevenir.
El agua es un elemento muy atractivo para la humanidad, es un anhelo de nuestras limitaciones y se convierte en un deseo de conquista, por ello cuando se presenta la oportunidad queremos sumergirnos en las pozas naturales, ríos, parques acuáticos, pantanos y playas, los cuales, a pesar de su encanto, representan un riesgo aún para los nadadores más hábiles. La prevención y la cautela no sobran, además de que nos ayudan a gozar de la experiencia y la oportunidad de presenciar las maravillas de la naturaleza acuática. En caso de encontrarte en riesgo, ten a la mano los números de los servicios de emergencias.
En Del Pueblo Funeral Home te deseamos un merecido descanso y disfrute total del periodo de verano y te recordamos que hacemos fáciles los momentos más difíciles.