No somos indios,
John Trudell
y no somos nativos americanos.
Somos más antiguos que ambos conceptos.
Somos personas,
somos seres humanos.
Antes de la conquista europea y de todas las migraciones conocidas, en América del Norte vivían decenas de etnias con tradiciones e idiomas diferentes, además de una estructura social con organización política, economía y espiritualidad, basadas en un profundo respeto a la naturaleza.
Se les ha llamado las Primeras Naciones o nativos americanos, y hasta nuestros días se reconoce su existencia a lo largo del territorio del país. En el estado de Texas, desde los tiempos antiguos estas naciones se dividían en cultura de las llanuras, del sureste, del golfo y cultura del pueblo. Se han caracterizado por sus fuertes lazos con la tierra que habitan y mantienen la biodiversidad, sin embargo, su historia está marcada por el desplazamiento y la discriminación.
El sistema político llamado reservas, se refiere a los territorios otorgados por el gobierno, los cuales cuentan con derechos de identidad, económicos y políticos. En Texas se reconocen tres importantes: Kikapu, Tigua y Alabama-Coushatta, donde habitan más de veinte etnias; aunque también existe una gran población nativa distribuida por todo el estado. Obtener estos derechos les ha costado años de lucha, en un afán por no verse apartados del desarrollo social. Las nuevas generaciones se han integrado a la población que a lo largo de los años ha emigrado a los Estados Unidos, son personas de origen hispano del sur de América y de otros continentes, e intercambian rasgos culturales, actividades económicas y una historia común.
Desde la perspectiva de la infancia de las Primeras Naciones, su desarrollo se ha visto ensombrecido desde la época de la conquista europea, cuando fueron perseguidos y esclavizados. A causa de las guerras en el estado de Texas durante el siglo XIX y el avance económico en la región, se ocuparon los territorios que originalmente habitaban estas infancias, y esto limitó sus recursos de sobrevivencia en los siguientes siglos, por lo que además fueron obligados a desplazarse.
Durante años, cientos de niños fueron apartados de sus hogares para vivir en escuelas residenciales, donde sufrieron abusos de todo tipo con el propósito de cambiar sus costumbres, idioma y espiritualidad ancestrales. Por esa razón, es necesario otorgar el reconocimiento a su existencia, a su cultura y sobre todo respaldar a las nuevas generaciones para que crezcan con orgullo por sus orígenes.
Con el propósito de expandir nuestra visión sobre los diversos grupos sociales, preservar los valores de respeto a la diversidad cultural y fortalecer la autoestima de las infancias de todas las procedencias, te ofrecemos las siguientes #herramientas de información:
- Sabías que los nativos americanos lograron consolidar conocimientos para el tratamiento de las enfermedades y producción de alimentos, de tal forma que cada etnia se convirtió en una nación independiente y autosuficiente.
- La estancia en las escuelas residenciales y la discriminación causaron graves daños a la salud mental y física de varias generaciones de niños, debido a la deficiente alimentación recibida y al maltrato, por lo que hoy en día cientos de adultos sufren depresión, adicciones, diabetes y padecimientos cardiovasculares.
- Te compartimos la labor de Sean Sherman llamado el Sioux Chef, para devolver a las nuevas generaciones la tradición de la comida saludable de los pueblos originarios de América, y con ello reconocer su identidad y atacar los problemas de enfermedades que aquejan a la comunidad nativa. Aquí puedes conocer un poco más de sus aportaciones.
- Los especialistas en salud mental han fomentado la sanación de los traumas de la infancia de los nativos americanos, al relatar sus historias en sesiones de terapia o a través de los medios de comunicación.
- Te compartimos el arte de Tony Duncan, su música tiene efectos balsámicos y nos trasporta a los orígenes de esta gran nación.
- Escuchemos más acerca de las culturas diferentes a la nuestra. Los niños que crecen en ambientes donde son reconocidos y se sienten seguros de sí mismos, pueden desarrollar todas sus habilidades. Al contrario, una infancia llena de odio y negación, tiene graves impactos en la salud mental y física.
- No olvidemos a las Primeras Naciones, no dejemos que sus nuevas generaciones sufran las adversidades del pasado y dejemos que su riqueza cultural nos inspire para un mejor futuro común.
En Del Pueblo Funeral Home nos interesa compartir las historias de los grupos sociales que integran nuestra diversidad, todas esas personas elevan la cultura de nuestro país. Desde la infancia podemos crear un ambiente de paz y armonía, ese es nuestro propósito, así te recordamos que hacemos fáciles los momentos más difíciles.