El mejor servicio que un médico puede prestar a un enfermo es ser una persona amable, atenta, cariñosa y sensible.
Elisabeth Kübler-Ross
La medicina es una de las profesiones más complejas, porque la enfermedad que es inherente a la humanidad es también una de sus mayores preocupaciones y la necesidad de resolver los padecimientos que le aquejan periódicamente, es asumida por personas especiales, y sin tiempo que perder, tratan de resolver las dolencias y enfrentan a la muerte día con día.
Los diversos especialistas en el área de la medicina se encargan de diagnosticar y tratar múltiples patologías y enfermedades con la intención de mejorar la salud, así como la calidad de vida de sus pacientes. Su trabajo es respaldado por el personal de enfermería y las áreas afines a la ciencia médica que generan el conocimiento sobre los padecimientos, los tratamientos, las terapias y la vacunación. A diario y con poco descanso, se esfuerzan por brindar a las personas lo mejor con el fin de recuperar la salud y bienestar.
Al finalizar sus estudios estos profesionales realizan el juramento hipocrático, atribuido al médico griego Hipócrates, considerado el padre de la medicina activo durante el siglo V, ANE. Es un texto muchas veces traducido y actualizado, con una gran variedad de temas que influyeron en el pensamiento de la medicina occidental durante siglos. En esencia es la orientación sobre cómo deben comportarse quienes ejercen la medicina.
Existe una celebración durante la primera semana de diciembre llamado Día Internacional del Médico que se remonta al homenaje rendido al médico cubano Carlos Finlay Barrés que en 1946 presentó un trabajo sobre la propagación de la fiebre amarilla causada por el mosquito Aedes Aegypti. Un padecimiento altamente contagioso y mortal, que aquejaba a muchas naciones del continente americano, sobre todo en los países de clima tropical y presentaba brotes epidémicos a lo largo del año.
La Confederación Médica Panamericana, antecedente de la actual Organización Panamericana de la Salud, PAHO y de la Organización Mundial de la Salud, WHO, reconoció al Dr. Finlay, pues con su descubrimiento se creó una vacuna que ayudaría a miles de personas alrededor del mundo. Se estableció en 1953, el Día Panamericano del Médico y el día 3 de diciembre, por ser la fecha de cumpleaños del eminente galeno. Años más tarde se quedó como Día Internacional del Médico y es un tributo a todos los profesionales de la medicina que día a día se esfuerzan por brindar atención a la población mundial.
Es interesante que tal celebración, tuvo su origen con la necesidad de vencer una epidemia, algo que ha sido constante a lo largo de la historia y en 2021, profesionales de la salud del mundo entero enfrentan una de las más grandes pandemias de que se tenga noticia y con ello han arriesgado sus propias vidas.
Solo en el primer año del brote de Covid-19, con o sin servicios funerales más 4000 profesionales de la medicina en los Estados Unidos partieron del mundo y hoy se sabe que más del 5% de todas las muertes por causa de la pandemia corresponden al personal médico, donde se incluyen las personas que realizan los trabajos de limpieza en centros hospitalarios y servicios funerarios también contagiados.
Ha sido una tragedia conocer cómo los recursos sanitarios han sido insuficientes para atender una demanda ilimitada de pacientes, de una forma tan evidente y dramática como la carencia de equipo de seguridad, cubrebocas adecuados, la falta de camas en las unidades de terapia intensiva y la carencia de respiradores. Estas dificultades se añaden a la preocupación sobre que pacientes deben ser atendidos con prioridad en este y muchos otros padecimientos.
En las muchas batallas que la medicina ha tenido que enfrentar, una muy ancestral ha sido la lucha por la igualdad de derechos. En los Estados Unidos, el 57% de especialistas en ginecoobstetricia y odontología son mujeres, en las otras 42 especialidades médicas o en posiciones de liderazgo, son menos de un tercio. Otros aspectos de la desigualdad se visibilizan en los salarios, inflexibilidad laboral, combinar el trabajo con la maternidad y el cuidado de sí mismas en momentos de gran riesgo como el que se vive actualmente.
Estos aspectos deben llamar nuestra atención para reconocer que importantes mujeres médicas o de especialidades auxiliares a la medicina, han contribuido de manera fundamental a la salud mundial.
Basta recordar a la primera mujer médica en los Estados Unidos, Elizabeth Blackwell, nacida en Inglaterra, emigró a Nueva York en 1832. Una mujer brillante e independiente, cuyo padre le brindó las mismas oportunidades educativas que a sus hermanos varones. Con grandes esfuerzos ingresó a la escuela de medicina siendo la única mujer y la mejor de su clase. En el medio hospitalario de predominio masculino, se le negaron accesos y junto con su hermana Emily, también médica fundaron una clínica para atender personas indigentes y de ginecobstetricia para mujeres muy pobres. Su filosofía era prevenir antes que curar. Su interés estaba en influir en las políticas de salud pública para que cada vez más mujeres ingresaran a la profesión de la medicina.
Hoy en día sin una cura para la Covid-19, nuestra única defensa es la vacunación y para ello hay que reconocer a Katalin Karikó, migrante húngara de origen humilde, se convirtió en una brillante epidemióloga en los Estados Unidos y ha creado las vacunas ARN de las marcas Moderna y BioNtech. O la eminente Sarah Gilbert, científica creadora de la vacuna AstraZeneca, que combinó con esfuerzos inmensos a lo largo de su vida, la maternidad de trillizos y el trabajo, sin sueldo suficiente para pagar la guardería mientras pasaba horas interminables en sus investigaciones.
En Del Pueblo Funeral Home, queremos reconocer la labor de todos los profesionales de la salud que así como nuestros veteranos son vistos como héroes y heroínas de la sociedad. Trabajan horas interminables y estresantes, sacrifican su salud, su vida personal y la salud mental también les afecta. En estos momentos donde el mundo atraviesa por una terrible crisis sanitaria su esfuerzo por salvar vidas se enaltece. Celebramos el Día Internacional del Médico este y todos los días, por el gran valor de estos profesionales en todo el mundo y su vocación de servicio. También te recordamos que hacemos fáciles los momentos más difíciles.