Yo no sé qué van a hacer el día que yo les falte…
Frase atribuida a las madres mexicanas
Las mujeres de los tiempos antiguos en las Américas, antes de la llegada de los europeos, desempeñaban funciones diversas en la sociedad; fueron chamanas, cocineras, escritoras, gobernantes y parteras. Consideraban el matrimonio como una actividad ritual esencial, donde compartían con su esposo todas las funciones sociales y religiosas, sobre todo las que se referían a los ritos agrícolas de fertilidad. Ser madres, formaba parte de todas las actividades importantes para preservar el entorno divino del que formaban parte hasta el fin de sus vidas.
Con el paso de los años, la consolidación del sistema patriarcal separó a las mujeres de los diversos espacios laborales y la maternidad se convirtió en su función más relevante. Si bien es verdad que la concepción es propia del sexo femenino, tampoco es su único propósito, pero le ha impuesto a la mujer un reconocimiento superior e incomparable a otras actividades de su vida.
El origen de las celebraciones a la madre, se remontan a las festividades que diversas sociedades antiguas dedicaban a la fertilidad y a las cosechas de primavera, que en la mayoría de los calendarios coinciden con el mes de mayo. En Europa se celebraba a la Madre Tierra, para ella se hacían comidas con los productos de la cosecha obtenida y se reunía a toda la comunidad agrícola. Honraban así los poderes de la fertilidad que habían traído abundancia, después de los largos y mortales inviernos europeos. Los registros de estas fiestas rituales que propiciaban la fertilidad se ubican entre el primero y segundo domingo de mayo.
Desde luego estas historias trascendieron al continente americano y tal vez llegaron hasta los oídos de Anna Jarvis en Estados Unidos. En 1906, Jarvis tuvo la idea de reunir a sus amistades para conmemorar la muerte de su madre ocurrida el 9 de mayo del año anterior. Se llamaba Anna Reeves Jarvis, una mujer pacifista que trabajó como enfermera voluntaria en la Guerra Civil y atendió heridos de ambos bandos.
Anna hija, invitó a sus vecinos del servicio religioso de cuyas madres hubieran muerto y les pidió que llevarán un clavel blanco a la conmemoración; también les pidió a los que tuvieran a sus madres vivas, un clavel rojo, así se convirtió en un evento que honraba a todas las madres. La celebración continuó cada año y se popularizó con la frase emotiva: dedicado a las personas que han hecho por ti más que cualquier otra persona.
Para 1908, la celebración se adoptó en todo el país. En 1914 el presidente Woodrow Wilson, proclamó la Fiesta de la Madre y el congreso la colocó oficialmente en el segundo domingo de mayo. Pronto se convirtió en un evento comercial, porque los precios de las flores se incrementaban cada año, algo que decepcionó mucho a Anna Jarvis, pues consideraba que demeritaba el propósito original de la celebración; pero fue demasiado tarde porque ya se había extendido a todo el mundo.
A México llegó en 1922, por iniciativa de Rafael Alducín, director del periódico Excélsior, a partir de la propuesta del entonces ministro de Educación José Vasconcelos. El periodista lanzó una convocatoria a sus lectores, para elegir una fecha para celebrar el Día de las Madres en aquel país. Así se decidió que sería el 10 de mayo de 1922, la primera vez que se festejaría, por ser día de pago de salarios. Aquel periódico creó un concurso para elegir cada año a la madre más ejemplar, heroica y abnegada. Una de sus frases publicitarias más famosas fue: para la mujer que nos amó antes de conocernos.
Hay otra historia sobre la creación del Día de las Madres en México y se refiere a que surgió para suprimir los avances del movimiento feminista a principios del siglo XX. Las ideas de liberación de la mujer se difundieron en el Primer Congreso Feminista en Yucatán, liderado por la socialista Elvia Carrillo Puerto y celebrado el 10 de mayo de 1916. Por primera vez se polemizaba sobre la decisión personal de evitar embarazos no deseados y aconsejaba a las mujeres el uso de métodos anticonceptivos.
Por cierto, el método anticonceptivo que promovían las feministas yucatecas era el de la enfermera activista estadounidense, Margaret Sanger. Una mujer que creció en una familia pobre de 11 hermanos y a la vez, su madre tuvo varios abortos espontáneos que lesionaron su salud, después enfermó de tuberculosis, cáncer cervical y murió dejando huérfanos a sus hijos.
Esto marcó la vida de Margaret quien dedicó su vida a evitar el sufrimiento de las mujeres afectadas por los muchos hijos que concebían y que les era imposible cuidar. En su clínica de control natal, promovía el uso de condones, espermicidas y diafragmas de caucho entre otros. Hablaba de enfermedades de transmisión sexual y su prevención. Con los años se dedicó a trabajar en la creación de la píldora anticonceptiva que fue promovida en los años 50. Publicó un periódico informativo sobre la salud de la mujer, sus derechos sexuales y anticoncepción llamado: Mujer Rebelde. Fue perseguida, encarcelada y perseveró en su activismo hasta su muerte en 1966.
En los últimos años, las mujeres siguen luchando por derechos que les permitan desarrollar actividades profesionales, laborales, recreativas, ser madres o no y ser plenas con esta decisión. Hoy en día, muchas mujeres disfrutan la maternidad, porque han encontrado el balance personal y desarrollan un profundo amor hacía sus hijos. Para saber más del Día de la Madre en el mundo visita.
El Día de la Madre, es una fecha en la que surgen muchas emociones y pensamientos. Desde 2020, por causa de la pandemia hemos perdido a tantas madres que han fallecido por esta enfermedad y se han creado nuevas figuras maternas aquellas quienes se hacen cargo de los pequeños que están quedando en orfandad, para esas personas también ofrecemos nuestro reconocimiento.
Hoy en Del Pueblo Funeral Home, queremos enaltecer a esas mujeres que se hicieron madres con todos sus defectos y virtudes humanas dando lo mejor que pudieron ofrecernos. A las que nos miraron, nos abrazaron, nos encauzaron… y tal como ellas, nosotros hacemos fáciles los momentos más difíciles.